viernes, 18 de diciembre de 2015

El Aguila

Fragmento del libro Cuentos para niños y no tan niños


Como el Ave Fénix, surgida de las cenizas.

La ciencia con toda su batería de elementos de avanzada no puede desentrañar los misterios que la naturaleza demuestra a través de sus animales. Como en este caso ocurre con el proceder del Águila cuando está llegando a la decadencia.

Soberana de las alturas, dueña del aire y del viento, ese viento que a veces juega con la vida en forma destructiva, sobretodo cuando nos trasladamos en vuelo hacia alguna parte, y el águila usa como energía para agilizar su rumbo. 

El Águila es propietaria y señora de los grandes espacios, reina entre las aves. 

La majestuosidad del Águila es considerada como la reencarnación de poder. 

El Águila es el ave más longeva de su especie, si ella lo decide, puede llegar a vivir hasta los cien años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida, cuando sus garras ya no consiguen agarrar bien las presas para su subsistencia y su pico alargado puntiagudo y fuerte empieza a sentir la curvatura desde el centro, el águila debe determinar qué hacer entre las dos alternativas que le quedan, dejarse morir por inanición o enfrentar un dolo-roso proceso de renovación que dura 150 días y que consiste en volar hacia lo alto de una montaña, refugiarse en un nido próximo a una pared donde no necesite volar y comenzar a golpearse el pico hasta conseguir arrancárselo, esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después va a arrancar sus viejas uñas. Crecidas estas, prosigue arrancando sus viejas plumas que recubren hasta el tarso de sus patas y después de cinco largos meses de este flagelo y encierro, sale victoriosa en su vuelo de renovación donde dispone de sesenta o setenta años más de vida.

Evolución semejante le suele suceder al hombre a lo largo de su ca-mino, cuando la vida está al borde del quiebre y pareciera que ya no hay gran cosa que aportar. O procedemos como el águila o nos entregamos a la espera de que la tierra nos cubra.

El Águila pese a la enorme envergadura de sus alas (dos metros y medio de longitud, dotadas de un cuerpo robusto de aproximadamente un metro y fuerte musculatura), sostiene vuelo rapidísimo, y puede remontar hasta 250 metros o más y con frecuencia permanece en el aire largo rato sin aletear. A veces planean con las alas inmóviles durante media hora, tanto tiempo como dure el viento, su vuelo sostenido requiere viento fuerte. Como los albatros, son criaturas del viento más que cualquier animal sobre la Tierra. Lo usan, lo surcan y guían su camino a través del viento. 

De vista muy perspicaz, a quinientos metros de altura son capaces  de visualizar una ardilla, lanzándose sobre ella a la velocidad del rayo. Atrapa la presa con sus fuertes garras a vuelo rasante, sin necesidad de posarse sobre el suelo. La vista del águila es proverbial por su agudeza, características que también son propias de los halcones y gavilanes.

El macho y la hembra por instinto de protección cazan siempre juntos y se dice que una vez apareada, guarda fidelidad durante toda su vida. Proverbial es también su paciencia y cuidados maternales con sus crías. Para el águila existe un solo nido que toma como hogar permanente. Con ramajes construye voluminosos y enormes nidos en sitios escarpados comúnmente en el saliente de las rocas -en un árbol derribado por el viento, cerca del lago Eric, se encontró un nido de águila centenario que pesaba dos toneladas-. 

La hembra deposita por nidada dos huevecillos relativamente pequeños, al cabo de cinco semanas nacen los pequeños aguiluchos. La educación de las pequeñas águilas dura mucho tiempo. Juegan con sus garras hasta que aprenden a tomar los objetos. Es curioso observar cómo chillan y patean preparándose para volar. 

A los cuatro o cinco años, cuando comienzan a salirle las plumas blancas, recién se las considera adultas. La densidad del plumaje y su natural fortaleza las capacita para soportar las condiciones inhóspitas de las grandes mesetas barridas por la inclemencia del clima, las abundantes precipitaciones y los fríos que afectan a las grandes cumbres. Se alimenta de pequeños mamíferos, anfibios, reptiles y aves. Traga a sus víctimas con plumas, que después vomitan en forma de bolas. Contrariamente a la creencia popular, nunca arrebata corderos o niños. Le resulta imposible remontar con pesos superiores a 3 o 4 Kg. Otros dicen que es capaz de levantar del suelo a un animal de 40 kilos. ( ? )

Mi amigo Philippe, ornitólogo radicado en los Alpes Suizos y a quién visité en varias oportunidades, habla del águila con veneración y me asegura que en los Pirineos abunda el águila real.  En mi último viaje, hace ya unos largos años…me contaba que tenía amaestrada a una pareja que, aunque vivía en libertad, siempre lo visitaban. Adoptándolos de chicos se  adaptan con  facilidad; con ellos aprendió sus movimientos y sus costumbres.  Tanto las amaba que en época de celo siempre  creía oír  a lo lejos  sus arrullos de amor. 


En la Biblia hay un salmo que la nombra. “Él perdona todas tus culpas y sana todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la tumba y te colma de ternura y amor, sacia de bienes tu existencia y te rejuvenece como el águila” (salmo 103; 3-5).

viernes, 11 de diciembre de 2015

Praga, nuevo encuentro con Zayed

Fragmento de la novela "Bernarda, demasiado mujer para un solo hombre"

Dos semanas después lo llama por teléfono. Él oye su voz y corta. Al tiempo vuelve a sonar el teléfono con insistencia. Lo atiende, es Bernarda nuevamente. Se origina un silencio y contesta.
- Te llamo desde Praga.
- Qué quieres. ¿Te urge algo?
- Quiero tener noticias de los niños, y hacerte saber a donde estoy.
- Bueno, gracias muy amable, Ya tomándola a la chacota le pregunta como andan los duendes Checos.
- ¡Qué duendes! Los gnomos están en tu cabeza. Vente y te vas a cerciorar.
- No puedo viajar de inmediato.
- ¿Fuiste al médico?…No debes dejar de atenderte.
- Estoy físicamente bien, gracias por tu preocupación.
Corta, y rastrea la llamada. Está hospedada en el Hotel “Inter Forum”. Lo conoce muy bien. Abajo hay un casino con entrada libre, donde se puede jugar a la ruleta y al Black Jack en dólares americanos. ¡Qué hace allí!
Quiere atrapar el tiempo que los separa. Los años idos no se recuperan nunca, la vida se le escapa y él tiene prisa. El transcurso de los días sin ella cada vez es más denso. Su llamado lo toma como eco que suena en algo ya preestablecido. No hay que matar el tiempo, la realidad es otra; es el tiempo quien nos mata. Cuando uno tiene unos años encima, los días cuentan, las horas cuentan, con ellas se va alejando la vida.  No se interroga más y decide partir.                                            
No la encuentra en el hotel. El conserje le dice que salió temprano. Se comunica con  amigos que tiene en Alemania y  les promete visitarlos en algún momento. Haciendo tiempo recorre lugares  hasta que  anochece. Vuelve al hotel y la ve bajar de un auto donde se despide de alguien. Por más que se esfuerza por la obscuridad no alcanza a ver el sexo. Cuando va a tomar el ascensor Bernarda siente que  le tapan los ojos con las manos. Se da vuelta y al encontrarlo con gran asombro lo abraza hasta llegar a su habitación. Vengo de El Hradschin, de visitar el Castillo de Praga. Me encontré con una vieja amiga que me trajo hasta aquí en su auto. Estoy cansadísima, he caminado lo inimaginable. Si me esperas un momento me doy un baño y salimos a cenar. Él revisa el cuarto con la mirada, no percibe nada extraño, solamente ropa de ella tirada sobre el sillón.   Oye caer el agua de la ducha,  Le pregunta si no lo invita a bañarse. Mirándolo de reojo le dice. ¡Si quieres!
Se mete bajo la lluvia, la  jabona, y la aprisiona contra sí. Con los labios entreabiertos recorre su cuerpo, la besa de mil maneras, se enloquecen, y sin tiempo para llevarla a la cama la introduce como loco mientras el agua los golpea. Embelesados terminan pidiendo algo de comer en el cuarto. Se duermen tardísimo para resucitar de nuevo amalgamados.
...
Mientra se aleja, en un trayecto de varias horas de vuelo. Piensa en ella, la analiza. Se considera impotente, no puede intentar cambiarla. Hiperbólica, desmesurada, no se detiene nunca,  su viaje tiene una estación en cada año,  vive en permanente disociación entre la imagen de lo que quiere y la realidad, que plasma en una transmigración de ciudades y cuerpos. Como puede ser que en esa metamorfosis se describa liberada. En sus canes, todo lo bebe en la misma copa,  liba sus apetitos como un cóctel. No entiendo esa actitud de evasión, ni ese carácter erótico de vagabundeo. Según sus propias palabras. Al igual que las aves, le gusta volar de acuerdo a su propia voluntad para lograr su fortaleza. Bernarda siempre está en tránsito, en un camino sin meta. Inquieta, como sentada en un hormiguero… No es mujer que se ate a nada ni a nadie. ¡Es un torrente de energía con ansia de libertad!  Dotada de una fuerte personalidad con carisma magnético, charme, sensualidad y belleza, que  atrapa con su mélange al más desprevenido de los humanos. Ya no sabe si la ama, la desea, o la odia. Aunque le duela el alma, pasó a calificarla, como; “Mi honorable prostituta”
Cierra su maquinar, pide una naranja exprimida con mucho hielo, como para sumergir en el vaso también  sus pensamientos y apagarlos…  y se dispone a leer en los diarios las noticias del día.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Dubai


Fragmento de la novela "Bernarda,              demasiado mujer para un solo hombre"





Zayed Abdulaziz, por negocios debe viajar a Dubai. Abu Dhabi, la capital de Dubai creciendo a ritmo de infarto, símbolo de una riqueza material entre ostentosa y lúdica y requiere su compañía. Bernarda acepta encantada sabiendo lo que ello conlleva… El potentado imperio árabe que se levanta entre las nubes la deslumbra. La tecnología de las grandes obras arquitectónicas. Sus rascacielos, sus torres como aguja hacia el infinito.  El BurjKalifa de 828m. (hasta la punta de la antena). Por ahora, la torre más alta del planeta, y un ascensor que sube a diez metros por segundo. En el piso 122, el Hotel Armani tiene instalado a todo lujo el restorán más alto. Subir hasta el piso 124, a 442 metros del suelo, es mirar solamente las nubes y el océano envuelto en una luz brumosa. Más allá el desierto, kilómetros y kilómetros de arena y calor. Abajo, el shopping que conecta con el Acquarium Dubai, un parque marino bajo techo con cualquier cantidad de tiburones. El  Shopping Emirates, a parte de contar con todo lo imaginable en una demencia potencial,  tiene una pista quilométrica de esquí bajo techo. En el extremo del Jumeirah Palm, está el opulento hotel Atlantis The Palm, con habitaciones bajo el mar y paredes con peceras surcadas por tiburones. Varones árabes con “thoub”, una túnica blanca que deslumbra, asoman por todos lados, lástima que el calor es agobiante. Cuando en verano el termómetro oficial marca más de 50 grados, es ley dejar de trabajar. Hay que ir en invierno, cuando el termómetro marca 25.
La mayor parte de los universitarios son mujeres que conducen sus propios autos. Dubai es la ciudad más liberal de los Emiratos Árabes Unidos.  Mientras, Bernarda, sueña… Sueña con encontrar a su padre Ad I Marat. Su madre se lo ha hecho saber en su lecho de muerte. Reserva sus intenciones hasta averiguar quién es, qué papel desempeña en ese poderoso mundo imperial en el que acaba de entrar.  
Convive con Zayed que ha caído hechizado en sus redes, y de a poco se va adueñando de la mansión. Piensa en Emiliano y sus desnudos. Con la excusa de hacerse un retrato para obsequiar a Zayed, lo busca. Lo hace entrar al palacio. Emiliano se deslumbra, su vista se pierde tras los salones de tupidas alfombras turcas, de Azerbaijan y las francesas de Aubussón, los bargueños de Vargas. Los cuadros de Velásquez, Goya, V. Serov, Leonardo y Toulouse, y  las impactantes lámparas de cuarzo cargadas de caireles de cristal de Bohemia y Baccarat.

Su reencuentro es conmovedor hasta las lágrimas. Le ruega que a cualquier precio, se ocupe de rescatar los desnudos de aquella época. Emiliano la tranquiliza manifestando que de aquel tiempo hasta ahora, su personalidad ha cambiado tanto que es un tanto difícil identificarla. Le promete ocuparse, ella se ofrece para cualquier cosa que necesite. Está en posesión de poderle acercar cualquier ayuda económica. Le da un abrazo, la felicita, le agradece y se pone a trabajar plasmando como mejor puede, su reconocida figura ahora envuelta en un elegante Sarí. De muchas cosas dialoga con Emiliano mientras le posa. Terminado el retrato, en la despedida su amigo le dice “Yo no soy profeta pero presta atención a lo que haces, no termines como la araña que cuando quiere zafar se da cuenta de que está atrapada en su propia red. Le contesta con un apretado abrazo haciéndole saber que lo único que la guía es averiguar quién es  su  padre. Para ella como para el sheikh, la palabra imposible no existe.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Bernarda

Encuentro
Fragmento de la novela 
"Bernarda, demasiado mujer para un solo hombre"



No acepte lo que va contra sus principios.
Defienda su libertad
Si no le gusta el matrimonio gay, no se case con gays
Si no le gusta el aborto, no aborte.
Si no le gustan las drogas, no las use.
Si no le gusta el sexo, no lo haga.
Si no le gusta el alcohol, no tome
Si no le gusta que le quiten sus derechos.
Sencillamente.
No se los quite a los demás.
Recuerde que la vida se vive solo una vez
Si extrañas a alguien, llama
Si quieres algo, pídelo
Si deseas que te entiendan, explícate
Si tienes duda, pregunta.
Si te disgusta algo, dilo.
Si amas a alguien, hazlo saber.
Porque, Nadie adivina tu mente.




Encuentro con Emiliano

Gitaneando
Fragmento de la novela 
"Bernarda, demasiado mujer para un solo hombre"


Acosada por el hambre, se mete en una taberna Sevillana. Sin pensar siquiera como lo va a pagar, pide un emparedado de jamón y un vaso de agua. Se da vuelta y observa que alguien la está dibujando. Incitada por la curiosidad se levanta y va hacia la mesa. El pintor es un tipo con bastante pinta, jovial, risueño,  extravertido, la invita a sentarse, le pregunta si le gusta el retrato y empiezan una amena y larga charla. Se gustan, y entre otras cosas, le propone que sea su modelo. Sin nadie ni nada que perder y ante la perspectiva anémica de su bolsillo,  acepta.  Se la lleva a su buhardilla, y allí conviven unos  largos meses.
En esos primeros retaceos por Sevilla, conoce varios grupos de gente del  arte. Se hace muy amiga de María, mayor que ella en edad y pareja de un profesor complutense de literatura. Juntas recorren los barrios típicos, y el cante hondo, van a tablaos, piden tapas, conversan con los parroquianos. En las callejuelas sevillanas aprenden a tocar castañuelas y los  típicos bailes sevillanos que ensayan en bodegones, Cuando Bernarda baila, sus movimientos están envueltos en una sensualidad perturbadora que atrae. Se divierten, carcajean, sus charlas son amenas. María, la invita a su casa con frecuencia. Se queda a dormir, la busca, la mima, y una noche la requiere para compartir la cama con Eduardo, su pareja. En ese revoltijo descubre que su amiga es bisexual. María está prendada de  Bernarda, le cuenta a Emiliano y de a poco decide ir tomando distancia…
Mientras, su amigo la pinta de mil maneras, desnuda, vestida, bailando, riendo, enfurruñada… Hasta que deciden viajar al epicentro de la movida. Madrid, para tratar de conectarse con  alguna galería y exponer. Negocian en casas de subastas, exposiciones y  ferias, donde se originan los mayores centros de consumo,  venden todo, y le encargan más cuadros (El arte ama el dinero y el dinero ama el arte.) Mucha obra de pintura se expende en el mercado del arte.  Por primera vez, después de tanto tiempo, Bernarda tiene en su mano un duro ¡No lo puede creer!, lo mete entre los dientes, lo muerde para convencerse que es real. Decide gastarlo, comprarse ropa, y hospedarse en un mejor lugar. Alquilan. Emiliano se hace conocer y empieza a cotizarse  en el mundillo del arte. Viajan a Barcelona, Lisboa, Oporto, París, Roma… realizando varias exposiciones. Se codean con la sociedad adinerada. Inversores, marchants. Su particular estilo de pincelada se  impone, toma  impulso y se  cotiza fuerte.
Bernarda quiere mejorar su estatus cultural y se dedica a practicar idiomas. Se da cuenta  que la vida la va arrastrando a un ambiente donde tiene mucho que aprender. Como buena alumna, se exige, e instruye rápido, sin reparo va adquiriendo lugar en lo mejor y más escogido de los mundos. Olfatea la opulencia y con placer se acomoda donde es admirada. Con su despliegue, su cuerpo y una altura de 1,78, no pasa desapercibida. De carácter risueño, siempre alegre, consigue buena compañía para teatros, conciertos y fiestas.
 La sensualidad de Bernarda desborda. Morena, de ojos azabache enmarcados por largas y espesas pestañas, cuello erguido como cisne. Voz grave,  boca más bien grande, sus labios carnosos se entreabren como frutos, como higos en sazón, de afable sonrisa, cuando  ríe, deja visibles como caracolas dos filas de dientes compactos y muy blancos. El hoyuelo en el mentón,  agrega  simpatía a su fisonomía.  
Su personalidad impacta. Pulposa, de interminables piernas torneadas a fuego, enfundadas en una ajustada minifalda que insinúa en sus nalgas la redondez y tersura de la manzana. Hombros anchos con senos enjutos, que oscilantes se mecen como almendros, a través de sus prolongados escotes se vislumbran los pezones duros como avellanas. Cuando Bernarda mueve sus ancas de oro y ébano los hombres se dan vuelta para mirarla. Su andar de viento irradia luz y sensualidad. Se rumorea que bajo las sábanas es un potro desbocado de monta sólo para privilegiados.

Sentada en el bar del Plaza Hotel parece salida de un cuadro de Romero de Torres. A distancia su piel fresca se huele como la madreselva presintiendo su estremecimiento, Contemplarla despierta el secreto de  vibración intensa que anida en cada hombre.   

viernes, 13 de noviembre de 2015

Lo Bueno y lo Malo

Percepción

Fragmento del libro 
"L'homme, ange ou demon"


El yin y el yang.  
¿Qué el mal proviene de la represión? ¡Cuestión de conceptos!
Nada es bueno o malo en si mismo, lo que puede ser bueno para una persona puede ser malo para otra ya que la contradicción está en el origen de todas las cosas.
El Bien y el Mal existen desde que hay vida. Es una secuencia del principio, un desenlace de la existencia. Cómo juzgar el bien y el mal si la historia de la humanidad comenzó con el asesinato de un hermano a otro. Después de Caín y Abel,  que se puede esperar de su descendencia…
Le decía Sócrates a sus discípulos Platón y Jenofonte: “Puesto que no nacemos con los conocimientos del mal y del bien, el mal prevendría del error involuntario del no saber”. No digo que sea mejor ignorar que saber. El Eclesiastés parece haber pensado lo mismo cuando dijo: “Quien aumenta su ciencia, aumenta su dolor”. No es lo mismo ser tonto que inteligente para determinar el conocimiento de la razón, por consiguiente la relación del bien y el mal no seria otra cosa que el efecto de nuestra conciencia sobre la pureza de la razón.  Dice Nietzsche, el bien y el mal no son más que una vieja ilusión de libertad. Ahora dicen que la maldad es genética (Jari Trinonen, sociólogo), que el comportamiento agresivo lo es, otros lo plantean como efecto de la sinrazón del poder y la responsabilidad.   “Así como el poderoso ADN. y los genes, se consideran responsables de cualquier fenómeno social biológico, las transformaciones han ido formando impacto como secuencia científica molecular. El nazismo que ayer fue  una idea política perteneciente a la raza aria, hoy es un gen. El latrocinio, otro gen, etc. Esa perspectiva crítica es un lavamanos, como Pilatos, donde rodeados de genes nadie es culpable de nada y todo es un viva la pepa”.
Si la ignorancia pertenece al prejuicio del desconocimiento, lo malo y lo bueno sólo Dios puede juzgarlo. Un rasgo de inteligencia es la adquisición de conocimiento. La ética del sentido bueno o malo de las cosas “no puede ser personal”. Las opiniones personales muchas veces pueden ser equívocas.
Ninguna verdad posible es del todo verdadera. Alguien dijo que hay tres verdades. La tuya, la mía, y la verdad. Sartre decía: Si dos personas están absolutamente de acuerdo con algo…sin duda debe tratarse de un malentendido. Qué es verdad y qué es falso depende de la percepción de los juicios. La poesía de Ramón de Campoamor bien lo describe En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. La verdad conforma porque es en si convencimiento y virtud moral ineludible. Cuando es auténtica se pone de manifiesto en la conciencia de cada uno como expresión de libre arbitrio.  No se puede ser libre sin estar en soledad.
El bien y el mal. Dos opuestos asociados. Lo metafísico y lo físico, el ser y el ente, el orden y el desorden, lo relativo y lo absoluto. Y entre los  opuestos, Dios como origen de todos los medios. Las disociaciones humanas a las que el hombre está sometido se rigen como los conceptos de física y sus partículas disociadas entre ellas, hasta que algo les otorga energía y las asocia.  En este mundo todo se mide con un solo y vertiginoso ritmo.
El hombre es ambivalente y ante el dolor no siempre responde con  coherencia. Podemos estar colmados de principios y armonía y frente a una situación límite el humano se desmadra desentrañando orígenes ocultos non santos, demostrando que lo maléfico y benéfico están casi tan relacionados como la vida y la muerte (ya que el individuo muere pero a pesar del antagonismo, también transmite la vida).
La lógica es un recurso del entendimiento para conocer y comparar con cordura las ideas, valorando su relación. Freud, basándose en su teoría, advirtió que gran parte de los procesos de la mente carecen de lógica porque son inconscientes. Y realmente, la mayoría de las respuestas a los procesos cerebrales no son totalmente concientes. En una situación álgida nuestras decisiones las tomamos automáticamente guiados más por las emociones que por la razón. 
La emoción se involucra como reacción sobre las decisiones ya que la razón por sí sola no da sentido a la vida. Es común que el hombre piense hacer una cosa y termine realizando otra. Cuantas veces nos preguntamos, ¡No sé qué me indujo a hacer esto! Es difícil concretar qué es lo que impulsa a dirigir nuestras acciones y decisiones finales.
Todo ser humano por más plenitud física que exteriorice, necesita el vínculo emocional para vencer la recóndita soledad y sentirse colmado. Nuestro raciocinio por sí solo no siempre puede catalogar y controlar el equilibrio y desarrollo de la psiquis cuando la visión del bien y el mal todavía no está  suficientemente clara.
Freud identifica esta lucha con nuestro oponente interno. Cuando éste se rebela puede conducirnos a estados alterados de conciencia asociando la violencia al súper-yo. Así ocurre porque instintivamente tratamos de esconder o reprimir los complejos negativos en lugar de identificarlos, reconocerlos y transformarlos. Buenos y endemoniados espíritus guían nuestra vida interna,  reacciones y emociones incontroladas o reprimidas pueden llegar a negar la conciencia. Las exteriorizaciones de rabia, defienden nuestro ego herido contra impulsos impuestos que nos bloquean, las represiones acorazan y provocan reacciones de violencia. Una de las mayores causas es el encubrimiento de la mentira, la negación de la verdad siempre altera nuestro ser interno. Las imposiciones externas interfiriendo nuestra libertad causan sublevación y siembran cólera impulsiva hacia el mal. Erich Fromm dice que las emociones e impulsos reprimidos muchas veces encuentran expansión en actos de violencia, sadismo, criminalidad y manifestaciones totalitarias, guerras y genocidios. La disconformidad produce reacciones no meditadas. Todos somos vulnerables a sufrirlas cuando algo hostil ataca nuestra auto-estima, hasta puede modificar el nivel personal de la psique convirtiéndonos como reacción en pequeños demonios. Todo lo que sobrepasa inhibe y bloquea nuestra libertad y energía, tiene un termino que debemos imponer. Saber decir No, como límite de frontera, evita el proceso de transformación. Los detritos, son toxinas psicóticas que debemos eliminar porque terminan enfermando nuestro organismo y nos conducen a reacciones violentas.

Dice Oscar del Barco en su estudio sobre Schelling, que a menudo las experiencias místicas terminan convirtiéndose en conceptos filosóficos. Somos seres libres y a partir de las transformaciones metamorfoseamos hasta que reaparece el conocimiento. Ante el misterio y unidad del cosmos nos aproximamos de modo inconsciente a la incógnita insondable del Uno. “El universo es un círculo cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguno”, escribe Pascal. Todos somos Uno.  

viernes, 6 de noviembre de 2015

¿El poder de las cosas imperceptibles origina la fe?

Orando en el Ganges
Fragmento del libro 

"L'homme, ange ou demon"


“Ver para creer o creer para ver”.
Ver es la mejor prueba para establecer la verdad o falsedad de algo. La fe es algo tan misterioso que es imposible no quedarse perplejo.
“A los apóstoles después de ver a Jesús resucitado, les costaba creerlo, entonces Jesús le dijo a Tomás: Mira mis manos horadadas y mis heridas abiertas, tócalas, introduce en ellas tus dedos, así podrás creer.
¡Porque me has visto y tocado Tomás creíste!  Bienaventurados los que creen sin haber visto” (Juan 20:29, Nuevo Testamento).
Creer es más una necesidad psicológica que un convencimiento lógico del individuo. Se puede creer sin ser necesariamente religioso. Las creencias religiosas no dejan de ser “afirmaciones discutidas”, su origen no va más allá del carácter moral, es decir, no involucra la intelectualidad (distinguiendo el saber como algo supremo). La verdadera definición del creyente debiera ser más descriptiva que normativa. Siendo estos conceptos totalmente distintos. Uno está basado en la realidad del acontecer, el otro sólo evalúa. No obstante la opinión de algunos filósofos, me aproximo a pensar que creer en algo es una necesidad interna del hombre. Que los contenidos dogmáticos de las religiones hayan dejado de ser admitidos y se cuestionen, no es algo nuevo, tampoco el concepto de Dios no es aprehensible para la ciencia, sin embargo todavía no hemos llegado a ninguna contraprueba lógica científica que certifique una realidad creíble sobre la vivencia de los destinos, ni descifrar cual es nuestro lugar dentro del los procesos del mundo.

En ninguna criatura viviente que no sea el hombre está dada la capacidad de razonar sobre la creencia religiosa. La fe es un don de Dios que actúa en cada hombre de distinta manera, todas las pasiones y comportamientos humanos son mutables y nos demuestran que la mayoría de las religiones conducen hacia un mismo fin. Su base es la fe y la conducta del hombre sobre la tierra. San Agustín proclamaba: “Creer para entender”. Siempre la fe primero, sino viene la reflexión, la duda y el caos.  Nietzsche se pregunta: “¿es la fe el suicidio de la razón?" Todo lo que está basado en la negación, el sometimiento y la renuncia es antinatural. La creencia depende de la cultura y el concepto”. Creer por imposición es cosa imposible. Los preceptos humanos están regidos por la determinación de los ciclos educacionales y culturales del momento, no solamente por la creación instintiva física. La cultura se transfiere, cada generación recibe su predecesora. 

viernes, 30 de octubre de 2015

De los bienes materiales

"Espacio urbano" 
Fragmento del libro "L'homme, ange ou demon"


Me gusta releer a Baruch Spinosa, (1632) porque aparte de ser un filósofo con ideas de avanzada valora todos los bienes materiales, entre ellos  nuestra envoltura ósea. La neocelandesa Katherine Mansfield (1888-1923) se pregunta: “¿Para qué Dios nos ha dado un cuerpo si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera un valioso Stradivarius? ¿Por qué no disfrutarlo y gozarlo mientras se puede, no sería más natural que la represión? (No se si se refería a algunas religiones o su opinión era generalizada).
Baruch, aconseja separar  la razón de la teología, siendo que éstas a veces se contradicen y una no puede ser esclava de la otra. En un Estado libre cada cual puede pensar lo que quiera sin ocultar lo que se piensa, ya que cada ser es dueño de sus propias ideas. Por derecho natural cada individuo es libre de filosofar y obrar con el poder de la inteligencia que Dios le ha otorgado, no vivir reprimido por miedo o imposición. El dominio del miedo no permite la convivencia y el desarrollo pacífico entre pensares opuestos.  El fin de la filosofía no es otro que la búsqueda de la verdad. Los fundamentos de la fe hay que extraerlos de las escrituras, las revelaciones y los milagros. Las profecías bíblicas o predicciones psíquicas de filósofos o astrólogos como Nostradamus (año 1500), que pronosticó el surgimiento de Hitler en la Alemania nazi. Particularmente yo no creo en enigmáticas predicciones aunque a veces sean bastante específicas, como la ocurrida con J.F.Kennedy cuando en 1956 Jean Dixon, predijo que un demócrata ganaría las elecciones presidenciales y lo asesinarían en el cargo. La Biblia en el Antiguo Testamento (según la religión católica), está compuesta de confirmaciones sobrenaturales referente a la venida de Cristo nacido de una Virgen (profecías que se escribieron con trescientos o cuatrocientos años de anticipación). Las tres grandes religiones monoteístas: el cristianismo, el judaísmo, y el islamismo, reconocen la validez de los milagros como medio de confirmación del mensaje de Dios.
 Apoyándose en la dignidad humana, Baruch se opuso contra la estrechez de la ortodoxia judía, su crítica sobre las Escrituras lo llevaron a la excomunión de la sinagoga y casi la muerte. Judío de nacimiento, en 1669 se estableció en La Haya. En 1674, los Estados de Holanda prohíben la publicación de la “Ética”, su obra más querida y famosa.   
 ¿Por qué no confesar que amamos el dinero si es una representación de poder, posición social y valorización de las masas? Tampoco la ambición desmedida de Calígula (extraviado emperador romano que hasta nombró a su propio caballo cónsul de Roma). Estoy de acuerdo en que el dinero no consigue que el perro nos mueva la cola. Muchas cosas no se compran con dinero, pero otras si, y las pagamos bien caras…
La simulación, la hipocresía o socarronería es común en algunos círculos sociales, confesar que amamos el bienestar como pertenencia no tiene por qué ser malo, bien vale la pena trabajar para mejorar nuestro estatus.
 Estamos en este planeta porque somos materia, amar nuestra carrocería es un deber tan plausible como amar la libertad. Si no nos queremos a nosotros mismos y hacemos respetar nuestros derechos, mal podemos hacerlo con nuestros semejantes.
A menudo el proceso de lo nuevo, no nos deja ver lo antiguo. El individuo que posee conciencia de su ego, adquiere mayor capacidad de solvencia ante la presencia de un obstáculo,  el super-ego no puede aceptar frustraciones o represiones, ya que la consciencia va unida a los procesos. Cuando el derecho de individualidad se desdibuja, se termina no diferenciando el entorno. La sumisión es por regla general falta de personalidad y masoquismo, diría el psicólogo, a veces basta una pequeña provocación para liberar el bloqueo con la explosión. El fogueo o desbloqueo lo expresamos a través de la palabra, la mirada y el cuerpo. Las emociones reprimidas siempre buscan la forma de aflorar a la superficie si no queremos enfermar, pues la conciencia si bien soluciona problemas, también los crea.  Pese a ser el hombre un ser racional no podemos tener el control absoluto de nuestras emociones, dado que un afecto no puede ser reprimido a voluntad salvo que otro afecto más fuerte lo tape. Nuestro deseo por sí solo muchas veces fracasa. Es como alimentar una idea, cuando esta se amplía hasta convertirla en una persecución fija.
Ambicionar no es prejuicioso o amoral, es la falta de actividad, la quietud y el conformismo lo que finalmente nos termina matando.
Creo que la palabra “esquizoide” se puede aplicar a una persona que tiene disminuido el sentido del Yo. Cuando el contacto con el sentir se ve reducido, el hombre debe considerarse enfermo. La mirada típica de un esquizoide es de lejanía, de ausencia, de nada… La caída de carácter, sea por obligación educacional, o por imagen, no es muy aconsejable. La represión a la salida de emociones, tan infiltrada por formación cultural y las buenas costumbres fundada en la frase “No es de hombres llorar ni exteriorizar dolor”, es equívoca. No es carencia de hombría la exteriorización del llanto, más bien su represión expresa un grave error educacional. Las expansiones y manifestaciones son el lenguaje del ego. El cuerpo por regla general, sabe y regula sus necesidades por si solo hasta establecer un equilibrio. Nuestra primera manifestación de estar parados es equilibrando nuestras dos piernas hasta establecer la actividad rítmica del cuerpo. Como hacen los simpáticos pingüinos. Si sabemos observar, la naturaleza siempre es un referente.
No somos muy conscientes de las emociones reprimidas, ni de la necesidad de impulsión de nuestras fuerzas expansivas que  proceden de la energía y la libertad de expresión. El cuerpo guarda sabiduría que no debemos desoír o desdeñar porque nos defiende tanto del plano psíquico como del corporal. Nuestra educación muchas veces es claustrofóbica,  más que  reprimir debiera estribar en respetar las diferencias.


viernes, 23 de octubre de 2015

El arte como medio libre de expresión

Psicoanálisis
Fragmento del libro 
"L'homme, ange ou demon"


Amemos el arte dicen algunos, porque por su intermedio todavía podemos salvar el planeta. No estaba tan loco Van Gogh cuando en sus cartas a su hermano Theo escribe: “Después de ver todo lo que acontece en el mundo, estoy más decidido que nunca a permanecer aquí, a no tener entre mis ojos nada más que los colores de la naturaleza, y entre mis manos más armas que mi pincel y mi pintura.”

El arte expresa en su concepción las ideas propias donde lo estético o feo, pasa a ser un elemento de interpretación de la imagen que convive. Las imperfecciones también suelen ser bellas si reparamos en el ideal estético que reflejaron la idea. Picasso afirmaba “la misión del arte no es copiar la naturaleza sino expresarla tal y como uno la interpreta”.

Longevidad
El arte, lejos de ser una copia, es un acto creador. Claro está que para seguir su consejo hay que tener sensibilidad y saber aplicarla, hallar belleza en lo inarmónico no es tema fácil, con tal de llamar la atención, y entrar en el mercado del arte el criterio de la belleza se hizo objetivo. Me parece que la pintura es doblemente interesante cuando nos obliga a pensar, cuando no está todo dicho pero sí esbozado.